Seguridad: donde va la vista, van las manos...
Pocos son los que se detienen a pensar sobre cómo es que hacemos el proceso de conducción de un automóvil. Al recordar las clases que algunos hemos tomado de manera formal o aquellos que aprendieron a conducir el coche con sus papás o hermanos, sólo escucharon cómo se sacaba el pedal del embrague o clutch, cómo engranar las velocidades, cómo frenar y cómo acelerar. Sin tener un fundamento estadístico pero con base en la experiencia personal, puedo asegurar que a nadie le dijeron a qué distancia tiene que poner el asiento con relación al volante, a qué altura deben ir las cabeceras o bien hacia dónde se debe apuntar en caso de una situación de emergencia que puede ser desde un niño persiguiendo una pelota o bien un burro cruzando la carretera.
La vista es nuestro mejor aliado a la hora de manejar. Si bajamos la vista, perderemos 90% de nuestras facultades de conducción e incrementaremos, en ese mismo porcentaje, las posibilidades de tener un accidente.
Consejo
En una situación de emergencia, tu vista debe dirigirse hacia el lugar adonde puedes ponerte más a salvo de una colisión o de un objeto no esperado. La dirección de tus ojos hará que de inmediato gires el volante de manera inconsciente hacia donde miraste.
Ventaja
Saber hacia dónde ver te puede salvar la vida o evitar un accidente
Desventaja
Si apuntas mal, es decir, hacia un árbol, poste o hacia el niño que cruzó, seguramente acabarás impactándote ahí.
La conducción es un proceso que una vez aprendido se hace de manera automática y hoy en día, con los teléfonos celulares, los dispositivos de música o el fumar en el coche, hace que nuestra vista constantemente se aparte del camino y esto es crítico dado que si viajas a 60 km/h y dejas de mirar hacia el camino por dos segundos, habrás recorrido aproximadamente entre 80 y 100 metros, es decir, una cancha de futbol sin ni siquiera darte cuenta.
La próxima vez que manejes, haz el ejercicio de mirar hacia donde quieras cuando vas manejando y verás cómo tu volante girará en esa dirección aun sin darte cuenta.
Muy pronto te diremos nuevamente la posición correcta al volante pero mientras esto sucede, te recomendamos no despegar la vista del camino.
Recuerda, adonde va la vista va el volante y no al revés
