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martes, 20 de diciembre de 2011

La televisión ataca… al corazón

Posted by luninis 10:24, under ,, | No comments

La televisión ataca… al corazón




¿Cuánto tiempo pasas viendo televisión?, ¿y cuánto tiempo pasas frente a la computadora?, ¿y con los videojuegos? Si nunca has pensado en las horas que te pasas sentado o delante de una pantalla, quizás sea el momento de reflexionar al respecto. Unos estudios recientes han demostrado que no sólo el sedentarismo, sino también ver demasiada televisión durante el tiempo libre puede ser perjudicial para el corazón. Entérate más al respecto y apaga la televisión por un rato.

¡No te quedes pegado al asiento! La mayoría de las personas saben que llevar una vida sedentaria, con poca actividad física, aumentan las posibilidades de tener problemas cardiovasculares, o sea, con el corazón. La realidad es que el estilo de vida actual no ayuda, mucha gente tiene empleos en los cuales tiene que pasar varias horas sentado, en las ciudades hay pocas posibilidades de caminar y se debe manejar a todas partes. Estar sentado/a en tu tiempo libre también afecta a tu cuerpo, a pesar de que pienses que estás descansando. Y le haces daño a tu corazón, sobretodo cuando tomas el control remoto y empiezas a hacer a cambiar de canal.

Un estudio realizado en varios países encontró que si cada día pasas más de cuatro horas de tu tiempo libre viendo televisión, usando la computadora o jugando videojuegos, tienes más del doble de posibilidades de sufrir un ataque cardíaco o un accidente cerebro vascular (una apoplejía o derrame cerebral). Y no importa el peso que tengas ni tu estado físico general, ya que dicha investigación ha demostrado que aún quienes se encuentran sanos, en condiciones relativamente buenas, corren más riesgo de sufrir problemas de salud, si no le agregan movimiento al cuerpo.

Los científicos dicen que esto va en contra de la naturaleza: nuestro cuerpo está diseñado para moverse, si no, ¿por qué tiene tantos músculos? Piénsalo: nuestros antepasados pasaban su día al aire libre dedicándose a la caza, a la pesca y a la agricultura. Ahora, con sólo mover un dedo, literalmente, puedes sobrevivir: haces click para pedir una pizza en Internet, cambias de canal, oprimes el botón de una silla que se reclina y te dedicas a lo que mejor sabes hacer: ver televisión. ¿Y tu cuerpo? Se queda inmóvil.

Piensa cómo es tu caso en particular: si pasas más de 10 horas sentado/a cada día, ni los famosos 30 minutos de ejercicio que se recomiendan para estar en forma, serían suficientes para compensar ese nivel de inactividad. Esto se debe a que, según consideran los investigadores, el estar sentado/a reduce la actividad de una encima importante que se llama Lipoproteína Lipasa (LL), que ayuda a que la grasa que circula en la sangre pueda transformarse para pasar a los músculos como energía.

Como la Lipoproteína Lipasa trabaja menos, entonces habrá más materia grasa circulando por la sangre, como los triglicéridos, lo que podría explicar la relación de un estilo de vida sedentario con las enfermedades del sistema circulatorio y el corazón.

Asimismo, el estudio demostró que la falta de movimiento también puede deteriorar el funcionamiento del cuerpo en relación al azúcar en la sangre, haciendo que quienes se pasan tantas horas sentados tengan más posibilidades de desarrollar diabetes tipo 2.

Si ya lo sabías, ahora tienes aún más evidencias. El hacer ejercicio y mantenerte en movimiento te ayuda a conservar la buena salud y a vivir más y mejor. Y si hablamos en particular de la salud del corazón, además de mantenerte activo, también te ayudará:

-Llevar una alimentación saludable (limitando los alimentos fritos, las grasas saturadas y tras y los dulces y las golosinas).
-Controlar el nivel del colesterol.
-Controlar tu presión arterial.
-Mantener un peso saludable.
-Controlar tu nivel de azúcar en la sangre.
-Si eres fumador, dejar el hábito (de veras, verás que no te aporta más que problemas).

Y como siempre te decimos , no te olvides de disfrutar de las actividades físicas que elijas y de los deliciosos platillos que sirvas en tu mesa. Cuidarte es quererte y nunca está de más tratarte bien llevando una vida más saludable. De ahora en adelante, si tienes que pasar muchas horas sentado/a durante el día, piensa cuando llegues a casa: no enciendas la televisión para hacer lo mismo. O si lo haces, quédate de pie o aprovecha para hacer ejercicios de estiramiento mientras ves tu programa favorito.

¿Cuál es el mejor momento del día para hacer ejercicio?

Posted by luninis 10:11, under ,, | No comments

¿Cuál es el mejor momento del día para hacer ejercicio?





Elegir el momento del día para hacer ejercicio depende, en general, del trabajo, la familia y las otras actividades sociales que desarrollamos a diario. Sin embargo, ¿existe algún momento más propicio que otro para ejercitarnos? Sigue leyendo para que te enteres.

Todos sabemos que es necesario combatir el sedentarismo y hacer ejercicio para sentirnos mejor y mantener un estilo de vida más saludable. Y aunque esto suena muy bien, la realidad es que muchas veces cuesta encontrar el momento adecuado o hacer el tiempo necesario para establecer y mantener una rutina de ejercicios.

Piénsalo: seguramente cuando tienes la intención de hacer ejercicio se te cruzan otras actividades que suelen ocupar tu tiempo, como el trabajo, la familia y las amistades. Pero esto no es más que una excusa. El hacer ejercicio es cuestión de voluntad. Además, puedes invitar a otros a que hagan ejercicio contigo para que ese tiempo se vuelva un momento de compartir y te sientas más motivado/a.

Con o sin compañía, imagínate que ya has tomado la decisión de comenzar esa actividad física que tanto te atrae pero no sabes qué horario elegir. ¿Existe algún momento del día que sea mejor que otro para realizarla? En realidad, no hay una respuesta universal y absoluta a esa pregunta, ya que cada organismo es diferente. El mejor momento para ti, deberás encontrarlo en la práctica.

Cuando Marcela vino a verme preocupada porque le costaba conciliar el sueño, le hice algunas preguntas de rutina en busca de las posibles razones hasta que le pedí que pensara cuándo comenzaron esos episodios. No parecía haber pensado en ello antes, pues se quedó en silencio un buen rato y comenzó a enumerar: no había sido luego de ese disgusto con su jefe ni cuando se enteró de la enfermedad de su tía, tampoco al ver el resumen de la tarjeta de crédito.

Entonces me miró y en voz baja, como si se avergonzara por decir algo que no tiene sentido me dijo: “es raro, pero los días que voy a gimnasia por la tarde, cuando salgo del trabajo, es peor. ¿No se supone que debería volver cansada luego de la clase y dormir como un angelito?”.

Pues no. En efecto, ese puede ser el motivo del insomnio. ¿Te ha pasado a ti también? Si bien no a todos les ocurre esto, no es extraño que realizar alguna actividad física por la tarde o por la noche te desvele. Esto ocurre porque nuestro cuerpo tiene su propio reloj interno, denominado reloj biológico o circadiano, que funciona con ciclos de 24 horas y le envía señales al organismo para que funcione de acuerdo al momento del día. Por eso, por ejemplo, a veces tenemos sueño y otras veces tenemos hambre.

En el caso de Marcela, el insomnio ocurre porque luego del trabajo el organismo comienza a generar una hormona llamada melatonina, que es la que prepara al cuerpo para el descanso o la actividad y encuentra su pico más alto por la noche (provocando el sueño). La actividad física, por su parte, demoraría la producción de esta hormona (y así la aparición del sueño).

Al respecto, por ejemplo, un estudio publicado en el American Journal of Physiology–Regulatory, Integrative and Comparative Physiology en 2003 detectó que, tanto los adultos jóvenes (de entre 20 a 32 años de edad) como los adultos mayores (de entre 55 y 73 años) experimentaron retrasos en sus niveles de melatonina luego de hacer ejercicios durante la noche, antes de acostarse.

Si te sucede lo mismo, quizás el momento del día más indicado para realizar alguna actividad física para ti, sea la mañana. En este caso, hay investigaciones que sugieren que realizarla en este momento del día ayuda a dormir mejor y, de ese modo, a bajar de peso. Otros estudios también muestran que hacer ejercicios por la mañana permitiría realizarlos de una manera más eficiente, ya que las personas tienden a ejercitarse mejor en ese horario.

Por otro lado, hay personas que por la mañana les cuesta mucho levantarse y no se imaginan ni en una caminata paseando a su mascota cuando comienza el día. A ellos se los conoce como “aves nocturnas” y, en general, están más despiertos de noche. Si este es tu caso, ya sabes qué clases debes elegir.

En realidad, no se conoce a ciencia cierta si existe algún momento más propicio para hacer ejercicio que otro. Cada persona es diferente y hay otros factores que también pueden influir, como el estrés, la cafeína ingerida y la cantidad de horas dormidas el día anterior, entre otros. Por todo esto, tú eres quien mejor sabrá qué momento del día elegir para ejercitarte, y la mejor manera es probando diferentes cosas y determinando cuál te funciona a ti.

Si ves que te pasa como a Marcela, trata de escoger un horario más temprano, ya sea por la mañana o durante el almuerzo. Lo ideal es que vayas cambiando el momento hasta que encuentres el que te haga sentir más cómoda(o), para continuar la rutina de ejercicios, pero ¡no abandonarla!

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Cómo establecer una rutina de ejercicios sin abandonarla en el intento

Posted by luninis 9:20, under ,,, | No comments

Cómo establecer una rutina de ejercicios sin abandonarla en el intento




¡Año nuevo, vida nueva! ¿Y porqué no más saludable? — ¿Te gustaría comenzar el 2011 con una nueva rutina de ejercicios que te ayuden a mantenerte alegre, saludable y en forma? Aquí te damos algunas sugerencias para que puedas seleccionar la actividad más apropiada para ti y establecer un plan duradero de ejercicios, sin abandonarlo en el intento.

Es hora de dejar de decir y de hacer. Si eres de los que tiende a repetir frases como “la semana que viene empiezo a ir al gimnasio” o “este mes fui a correr una sola vez, pero el mes que viene voy a comenzar a hacerlo todos los días” o “este año ya no hice nada pero el que viene voy a comenzar natación, salsa y el gimnasio”, ¿por qué no aprovechas la llegada del nuevo año con una rutina factible de ejercicios que puedas sostener con el correr de los meses?

Ya estás al tanto de los beneficios de hacer ejercicio físico: no sólo te ayuda a mantenerte en forma sino también a disminuir la presión arterial, el colesterol “malo” y los triglicéridos; a fortalecer los huesos, bajar de peso o mantener un peso sano, a disminuir el riesgo a contraer cáncer, a ayudar a combatir la depresión y a aliviar el estrés; incluso, algunos afirman que mejora la actividad sexual.

Entonces, ¿por qué postergar nuestra rutina de actividades físicas si nos pueden proporcionar tantos beneficios? Una de las principales cosas que debes tener en cuenta al momento de elegir qué ejercicio realizarás es pensar en tus gustos y tus posibilidades. Antes que nada, piensa en algo que te divierta. ¿Para qué vas esforzarte en realizar algo que en realidad te aburre?, mejor elige algo que te motive y te resulte entretenido .

Una vez que hayas decidido cuál es tu actividad favorita, es importante que consideres las posibilidades reales y concretas de realizarlos. Puede te que encante esquiar pero si vives a varias horas de viaje de la montaña, puede resultar complicado para realizar de forma regular.

Además, el trabajo, la familia y las tareas cotidianas muchas veces dificultan el establecimiento de una rutina apropiada. Si estás muy ocupado/a, ¿para qué proponerte jugar al tenis dos veces por semana, si no podrás ir más que una o peor, sólo algunas veces al mes?

Planea una rutina de ejercicios que esté al alcance de tus posibilidades y trata de mantenerla. Si el tiempo es un inconveniente para ti, no te impongas ejercitar una o dos horas a la vez, también puedes ejercitar por periodos cortos e incluso sin necesidad de ir al gimnasio.

Por ejemplo, puedes salir a correr o a caminar aunque sea media hora, dos o tres veces por semana, en algún momento que sepas que vas a tener libre. Define los días y trata de cumplirlos. Puede que al principio te cueste arrancar pero poco a poco comenzarás a sentir las ventajas en tu cuerpo y probablemente luego no querrás dejar de ejercitarte. Es más, considera hacerlo a la hora del almuerzo en tu trabajo un par de días a la semana.

Si eres de los que necesitan impulso y tienden a rendirse ante el sillón frente a la TV o la computadora (ordenador), quizás una buena opción sea buscar amigos o compañeros de ejercicios. El comprometerse con otros te puede ayudar. Además, se incentivarán mutuamente para ponerse en marcha.

Una vez que estés activo, recuerda prestar atención a los avances y logros que alcances y prémiate con algo que te guste, como ir al cine o comprarte algo de vestir que te ha llamado la atención.

Además, es importante que evites compararte con los demás, los progresos son individuales y debes medirlos de acuerdo a tus posibilidades. Incluso puedes lesionarte, al forzarte por lograr algunos movimientos que hacen otros, pero que no te salen a ti.

Del mismo modo, permítete cometer errores y diviértete con ellos, pero no dejes que eso te inhiba para continuar con tu rutina de ejercicios.

Lucía rechazaba los gimnasios cerrados donde se sentía observada y se aburría terriblemente, tanto que pensaba que lo suyo eran las actividades racionales. Un día se le ocurrió aprender a bailar reggaeton y fue así como empezó: primero una clase semanal, luego dos horas de clase y un días yendo a bailar, luego dos clases, con dos profesores diferentes (más las salidas a bailar, por supuesto) y más tarde decidió acompañar sus clases de baile con yoga, para mejorar la postura.

Ahora, no puede dejar de bailar, se siente mucho mejor (aunque no se sentía mal antes) y de mejor ánimo en general, se divierte y no deja de sorprenderse de cuánto va mejorando su estilo con el tiempo. Quizás lo tuyo no sea el baile pero seguramente alguna actividad física habrá que encaje contigo, ¿ya estás pensando cuál?

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