sábado, 5 de noviembre de 2011

Tres horas de ejercicio; un regalo de salud para tu corazón

Posted by luninis 19:53, under ,,, | No comments

Tres horas de ejercicio; un regalo de salud para tu corazón




Tres horas de ejercicio vigoroso por semana pueden reducir los riesgos cardiacos en los hombres. Así lo afirma un nuevo estudio que, además, concluye que esto se logra por el efecto positivo del ejercicio sobre los niveles del colesterol en la sangre. ¿Y tú, cuánta actividad física realizas por semana? Antes de correr al gimnasio, descubre más detalles sobre estos hallazgos y cómo puedes mantener un corazón sano.

En vidaysalud.com te lo recordamos continuamente: mantener una dieta saludable acompañada de una rutina de ejercicios es la clave para conservar sano al corazón y a tu cuerpo en general. Y para seguir aprendiendo más sobre la relación entre los alimentos, los ejercicios y la salud, no cesan las investigaciones.

Quizás recuerdes que en ediciones anteriores te contamos sobre un estudio reciente según el cual determinados ejercicios específicos podían ayudar a quienes tienen insuficiencia cardíaca crónica, una condición en la cual el corazón funciona de manera deficiente y hace que se acumule sangre en las venas que van al corazón y que los riñones retengan líquido.

Ahora, un nuevo estudio desarrollado por investigadores de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en Inglaterra, publicado en la revista Medicine & Science in Sports & Exercise, ha llegado a resultados similares.

Específicamente, luego de analizar a 1.239 hombres durante cinco años, han encontrado que hacer tres horas de ejercicio vigoroso por semana puede reducir en un 22 por ciento las posibilidades de que los hombres tengan problemas del corazón. Además, encontraron que alrededor del 38 por ciento del descenso en el riesgo se debía a los efectos benéficos del ejercicio sobre los niveles del colesterol “bueno” o lipoproteína de alta densidad (HDL).

El denominado colesterol “bueno” recoge el exceso de colesterol “malo” y lo lleva de regreso al hígado. El llamado colesterol “malo” o lipoproteína de baja densidad (LDL por sus iniciales en inglés) lleva ese título porque se adhiere a las paredes de las arterias y las hace duras y angostas, lo que dificulta el paso de la sangre y puede provocar graves problemas de salud.

El corazón es el encargado de bombear la sangre que, a través de los vasos sanguíneos, llega a los distintos órganos de todo el cuerpo. Por eso es tan importante que funcione bien y por esto mismo –entre otras cosas- se vincula con otros factores como el colesterol, la presión de la sangre (que se refiere a la fuerza con la cual ésta circula por el cuerpo) y los demás factores que componen el denominado síndrome metabólico o síndrome X.

Si bien no todos los médicos están de acuerdo con la definición o la causa del síndrome metabólico, se considera que una persona lo tiene cuando presenta al menos tres de estos cinco factores (que, además, están relacionados con la obesidad):

-Hipertensión arterial o presión alta.
-Aumento de los niveles del azúcar o glucosa en la sangre (diabetes).
-Altos niveles de triglicéridos (un tipo de grasas) en la sangre.
-Niveles bajos del colesterol “bueno”.
-Exceso de grasa en el área de la cintura (cuando se dice que la persona tiene el cuerpo en “forma de manzana”).

Cuantos más de estos factores tengas, mayores serán tus posibilidades de tener una enfermedad cardíaca. Asimismo, la obesidad, el tabaquismo, el envejecimiento, ciertos cambios hormonales y la falta de ejercicio también pueden afectar la salud de tu corazón.

Y si bien a veces se trata de cuestiones que no se pueden cambiar, como la predisposición por herencia o la edad, lo cierto es que hay muchos factores que pueden evitarse o disminuirse llevando una dieta sana y practicando una rutina de ejercicios y actividad física regular.

En este último caso, si sabes que tienes problemas cardíacos, es importante que consultes con tu médico antes de comenzar cualquier actividad física regular, pero no por eso dejes de tenerla. Despeja todas tus dudas con un profesional y anímate a adoptar nuevos hábitos de vida más saludables.

La salud oral empieza en la infancia

Posted by luninis 19:08, under ,,, | No comments

La salud oral empieza en la infancia





Los dientes de leche son tan importantes como los definitivos. Cada parte del cuerpo tiene una función en particular y la boca no es una excepción. Cada componente en ella tiene una razón de ser y ayuda, por ejemplo, a participar en el habla y la digestión. Así, los dientes son una de las piezas principales para el buen desarrollo de esos procesos, por eso es importante cuidarlos desde el nacimiento.

Camila siempre fue una niñita muy consentida. Cada vez que lloraba, su mamá le daba algún dulce para que dejara de hacerlo, y si no quería irse a dormir, el modo en que lo lograba era preparándole algo sabroso para que tomara con el biberón.

Cuando le aparecieron las primeras caries a Camila, todavía era muy pequeña, pero su mamá no le dio importancia. Y cuando una amiga se atemorizó al ver los dientes de la niña, su mamá le respondió muy tranquila: “No importa, si total son los dientes de leche, los va a cambiar”.

¡No hay nada más erróneo! La salud oral empieza en la infancia. Esto es, prácticamente desde que el bebé llega a este mundo. Al nacer, el primer grupo de dientes ya está casi completamente formado, y aunque al principio no se vean, ya que están “escondidos” debajo de las encías.

Esos primeros dientes serán los llamados dientes primarios o dientes de leche, y cuando el niño llegue a los cinco o seis años de edad, comenzarán a caerse para darle paso a los dientes definitivos. Por eso, entre los cinco y los trece años, conviven en la boca de los niños ambos tipos de dientes, hasta que ya no quede ninguno de leche.

Esos dientes son muy importantes porque le permitirán -al bebé primero y al niño después- masticar la comida y alimentarse bien, tener una bonita sonrisa y una apariencia normal en el rostro, y aprender a hablar y pronunciar las palabras correctamente.

Además, los dientes de leche son los que guardan el espacio para que luego crezcan los dientes definitivos fuertes y sanos, y permiten que estos últimos tengan una aparición o brote saludable, a su debido momento. Por ejemplo, si un diente de leche tiene caries (que pueden ser provocadas por los dulces y las bebidas azucaradas), entonces pueden caerse y dejar un espacio vacío que puede cerrarse. Entonces el niño necesitará un aparato especial para que eso no ocurra y se mantenga el lugar para el diente definitivo que tiene que aparecer y crecer más adelante.

Y ése no es el único inconveniente. Aunque no se caiga, un diente con caries puede generar lesiones en el que lo sustituirá, que cuando llegue el momento puede aparecer con manchas o debilitado, por ejemplo.

Otro de los problemas frecuentes que pueden tener los niños en la boca es provocado por el chupete o por chuparse el dedo. Este hábito es normal hasta los dos años y puede extenderse un poco, pero si luego de los cinco años de edad el niño no modifica esta conducta, entonces deberías buscar ayuda ya que puede provocarle serios inconvenientes en el desarrollo normal de los dientes y de la boca en general.

Algo similar ocurre al tragar. Algunos niños empujan los dientes con la lengua cuando tragan y hacerlo repetidamente, los van corriendo lentamente de su lugar. Esto puede provocarles problemas para morder que luego son más difíciles de corregir. Si notas que a tu niño le pasa esto, lo mejor es consultar con algún fonoaudiólogo, que es el especialista en problemas del habla, para que ayude a tu niño a corregir estos errores y aprenda a colocar bien la lengua.

La lengua y cada uno de los dientes tienen una función especial en la boca, que ayuda tanto al habla como a la digestión. Por eso es importante cuidar la salud bucal de los niños desde la primera infancia. Y para que puedas comenzar ahora mismo, algunos cuidados sencillos que puedes tener con tus niños incluyen:

-Límpiales los dientes de leche cada día. Al principio, cuando son más pequeños hazlo frotándolos suavemente con una toallita de baño limpia y húmeda, y luego, cuando los dientes de leche ya estén más grandes, usa un cepillo de dientes para niños.
-Si tu niño tiene menos de dos años de edad, no uses crema dental para su higiene bucal; en vez de eso, usa sólo agua.
-No dejes que los niños se queden dormidos con el biberón en la boca, ya que puede provocar lo que se conoce como “caries de biberón”.
-Anima a los niños mayores a comer bocadillos con poca azúcar, como frutas, queso y verduras, y evita darles dulces pegajosos y gomosos.
-Enséñales cómo cepillarse los dientes y la importancia de mantenerlos limpios.

Y no te olvides de llevarlos al odontólogo (el dentista) con frecuencia, tal como deberías hacerlo tú. No esperes a que sean “más grandes” ya que los cuidados deben practicarse desde que son bebés. La mayoría de los dentistas pediátricos está de acuerdo en que el cuidado dental periódico debe comenzar al año de edad, con una revisión dental dos veces al año para la mayoría de los niños, aunque algunos niños podrían necesitar evaluaciones y cuidado más frecuentes. ¿Ya tienes programada la próxima visita?

¿Deprimida? Te invito a tomar un café

Posted by luninis 18:31, under ,,, | No comments

¿Deprimida? Te invito a tomar un café





A muchas mujeres no se les ocurriría empezar el día sin su taza de café. Otras la consideran el broche de oro del almuerzo o de la cena. ¿Pero café para combatir la depresión? Un estudio reciente confirma que las mujeres que consumen cuatro o más tazas al día y por lo tanto reciben dosis más altas de cafeína, son menos propensas a sufrir trastornos del estado de ánimo que las que toman menos cantidad o no beben café en absoluto. Y tú, ¿en qué grupo estás?

Si te encanta el café y te encuentras entre las mujeres que beben cuatro o más tazas al día, hay buenas noticias para ti: toda esa cafeína reduce tu riesgo de sufrir de depresión. La cafeína es una sustancia química perteneciente al grupo de las xantinas, que significa que tiene la propiedad de estimular nuestro sistema nervioso central. En su estado natural, se extrae de los granos y de las hojas de diferentes plantas como el cafeto, el té, la yerba mate y el guaraná, entre otros. Millones de personas en todo el mundo beben café precisamente por las propiedades estimulantes de la cafeína que contiene, y en innumerables versiones: desde porciones pequeñas de potente café solo, a infusiones más diluidas, acompañadas con leche y azúcar. De hecho el 80% de la cafeína que se utiliza en el mundo se consume como café, convirtiéndola en el estimulante del sistema nervioso central más utilizado en el planeta.

Aunque popular y delicioso, nos habían prevenido sobre las consecuencias de consumirlo en exceso, causando: insomnio, ansiedad o problemas gástricos. El estudio realizado en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard, Estados Unidos y cuyos resultados aparecen en la publicación Archives of Internal Medicine, hará sentir menos culpables a las amantes del café: cuatro o más tazas diarias de dicha bebida ayudan a reducir el riesgo de depresión en mayor proporción que las que no lo beben en absoluto o solamente beben una tacita al día.

Con anterioridad se han realizado varios estudios para evaluar el efecto de la cafeína en la salud del corazón, la inflamación de los tejidos o su relación con el cáncer, pero se había estudiado poco su relación con el estado de ánimo. Según el autor principal del estudio de Harvard, el doctor Alberto Ascherio, la cafeína tiene efectos positivos a corto plazo sobre los estados emocionales, nos hace sentir con más energía o más alertas a corto plazo, por lo que parecía natural observar si el consumo de café a largo plazo se asociaba con un menor riesgo de desarrollar depresión.

Para comprobar este hecho, los investigadores siguieron a unas 51,000 mujeres con una edad promedio de 63 años, ninguna de las cuales indicó tener depresión o tomar antidepresivos al comienzo del estudio. Las mujeres que bebieron cuatro o más tazas de café al día tuvieron una reducción del 20% en su riesgo de sufrir depresión y las que bebieron de dos a tres tazas de café al día tuvieron una reducción del 15%, en comparación con las que bebían una taza o menos (el uso de café descafeinado no tuvo repercusión alguna en el riesgo de desarrollar depresión). Según los expertos, la relación entre el café con cafeína y la depresión tiene sentido desde el punto de vista biológico. El doctor Ascherio explica que la cafeína afecta la liberación de ciertos neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, que se han asociado con la regulación del estado de ánimo y la depresión. Sin embargo, esta relación es a corto plazo, por lo que en realidad los investigadores no saben exactamente a qué se debe la relación con la depresión a largo plazo, es decir, cuando se mantiene el consumo de altas dosis de cafeína a través de varios años.

Es demasiado pronto todavía para recomendar el consumo regular de café para combatir la depresión, pero si ya tienes esa costumbre y la cafeína no afecta ni tus patrones de sueño ni tu estómago, ya puedes encontrarle un ángulo positivo a tu hábito de beber más de una tacita de café. Ahora bien, ¿sabías que a una de cada cinco mujeres se le diagnostica depresión alguna vez en la vida? No se trata de la angustia y la tristeza asociadas con ciertas circunstancias como la pérdida de un ser querido, una enfermedad, o la pérdida del empleo. Esas son razones muy válidas para sentirse triste durante un tiempo. Pero cuando la tristeza y la desesperanza se prolongan demasiado y la persona no puede funcionar adecuadamente en su vida diaria, se trata de depresión y debes aprender a reconocer sus síntomas:

-Sentimientos de tristeza y desesperanza que se prolongan
-Falta de interés en actividades y pasatiempos habituales, sensación de vacío
-Sentimientos de culpabilidad y baja autoestima
-Cansancio y fatiga
-Falta de concentración y de memoria
-Incapacidad para tomar decisiones
-Dificultad para dormir
-Comer en exceso o falta de apetito
-Pérdida del interés en el sexo
-Aumento o pérdida de peso
-Irritabilidad y ansiedad

Si la depresión afecta seriamente y por largo tiempo las relaciones personales, el trabajo y la vida de la persona en general, debe buscar ayuda médica cuanto antes. Esa ayuda puede combinar el uso de medicamentos y la terapia emocional.

Tú, por ser mujer tienes más probabilidades de sufrir de depresión que los hombres, pero ya sabes que hay recursos para combatirla y de manera muy efectiva. No permitas que eche raíces en tu vida. Pero si un día te sientes algo desanimada y agobiada por alguno de esos inevitables problemas cotidianos, desahógate con una amiga entrañable acompañada por un buen café.

Dormir más para aprender mejor

Posted by luninis 18:26, under ,, | No comments

Dormir más para aprender mejor





Cuando se duerme y se descansa bien todo va mucho mejor, incluso el aprendizaje. Son ya varias las investigaciones que han encontrado una relación entre los adolescentes que duermen poco y las calificaciones más bajas en la escuela o una disminución de la capacidad de asimilar los conocimientos. Infórmate sobre estos estudios que relacionan el buen descanso con la capacidad de aprender.

Los adolescentes tienden a acostarse más tarde, involucrarse en muchas actividades, salir con amigos y disfrutar la vida nocturna. Luego, por supuesto, si pudieran, retrasarían el reloj por las mañanas para poder dormir un poco más.

¿Puede esto afectarlos en los estudios? Hay varias investigaciones que han tratado de dar respuesta a esta interrogante. Una de ellas fue realizada por unos psicólogos de Hendrix College en Conway, Arkansas, Estados Unidos, y encontró que los estudiantes noctámbulos, a quienes les gusta estar despiertos por las noches y dormir más por las mañanas, tienden a tener calificaciones más bajas en el colegio y en los primeros años de la universidad, patrón que cambia cuando se adoptan nuevos patrones de sueño.

Para llegar a estos resultados, que fueron presentados en la conferencia anual de la Associated Professional Sleep Societies (SLEEP 2011), que se realizó en Estados Unidos, los investigadores analizaron las respuestas de 89 estudiantes, en distintos momentos de sus estudios, por ejemplo, antes de entrar a la universidad y luego de concluir el primer año de estudios. En base a las primeras respuestas obtenidas, dividieron a los jóvenes en tres grupos: alondras (quienes se levantan temprano), búhos o lechuzas (noctámbulos), y regulares (quienes estaban alertas entre las 8 o 9 de la mañana y cansados alrededor de las 10 de la noche).

Encontraron que las lechuzas dormían alrededor de 41 minutos menos que sus compañeros y tenían otros malos hábitos de sueño, como tomar cafeína cerca de la hora de ir a dormir y se despertaban varias veces durante la noche. Al principio, los estudiantes que dormían menos mostraron un promedio inferior en sus calificaciones, pero esto se fue modificando a medida que los estudiantes avanzaban en sus carreras y al final las notas eran similares.

Si bien estos resultados son preliminares y deben ser corroborados por otros profesionales, no son los únicos que llegan a esas conclusiones. Otro grupo de psicólogos, en este caso de la Universidad de St. Lawrence en Nueva York, Estados Unidos, halló que los estudiantes que asistían a clases más tarde dormían más pero también eran más propensos a obtener calificaciones más bajas y a consumir más alcohol (algo que también puede afectar el dormir bien). Para llegar a esos resultados, los investigadores analizaron las respuestas de 253 estudiantes universitarios, relacionadas a sus tareas cognitivas, sus hábitos de sueño, algunos detalles de las actividades que realizaban en la clase, su consumo de alcohol y su estado de ánimo.

Por otro lado, un grupo de neurólogos de California, Estados Unidos, trató de encontrar una conexión física entre el sueño y el aprendizaje y descubrió que dormir por la noche es esencial para aprender e incorporar nuevos conocimientos, pues este proceso ocurre durante la fase del descanso en la que no se sueña, que es el período que ocupa la mayor parte de la noche.

Para llegar a estas conclusiones, que fueron publicadas en la revista Current Biology, los investigadores trabajaron con adultos jóvenes que debieron realizar una difícil tarea de memoria destinada a cargar recuerdos en el hipocampo (que es la estructura cerebral relacionada con el aprendizaje). Luego, la mitad de los voluntarios durmió una siesta de 90 minutos y el resto permaneció despierto. Por la noche, todos realizaron una nueva tarea de aprendizaje. ¿Qué ocurrió? Quienes estuvieron despiertos tuvieron dificultades para recordar la nueva información mientras que, por el contrario, los participantes que disfrutaron de la siesta obtuvieron mejores resultados que sus colegas cansados.

Durante el sueño, los investigadores registraron las ondas cerebrales con un electroencefalograma y vieron que cuantos más husos de sueño mostraban los voluntarios, mejores condiciones para aprender tenían. ¿Qué son los husos de sueño? Son ondas cerebrales específicas del descanso que se presentan hasta mil veces por noche, y una teoría es que dichos impulsos llevarían las memorias del hipocampo a la corteza pre frontal, liberando al hipocampo para que reciba nueva información.

Según los especialistas, gran parte de esa actividad del cerebro ocurre durante la segunda mitad de la noche. Por eso, si una persona duerme seis horas o menos podría contar con menos husos y limitar su capacidad de aprender.

Las investigaciones en este campo son muchas y muy variadas, y por supuesto continúan en busca de detectar cómo es el funcionamiento del cerebro, y como se relaciona con el aprendizaje y el sueño. Mientras tanto, ya lo sabes, dormir y descansar correctamente puede ayudarte no sólo a sentirte mejor al día siguiente sino también a estar más atento y a que esa lección de matemáticas o de física que tanto te cuesta, sea mucho más sencilla de entender.

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