Mostrando entradas con la etiqueta Sueño. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Sueño. Mostrar todas las entradas

viernes, 18 de noviembre de 2011

Caminar dormido y Terror durante el sueño

Posted by luninis 10:33, under ,,, | No comments

Caminar dormido y Terror durante el sueño





¿Qué es?

Una persona que camina dormida camina o hace otros movimientos que perecen ser intencionados en un estado de vigilia parcial de un sueño profundo. Contrario a las creencias populares, las personas que caminan dormidas no actúan sus sueños ni tampoco caminan durante las fases del sueño.

Caminar dormido, también conocido como sonambulismo, es común en niños en edad escolar. Un estudio demostró que el 15 por ciento de los niños entre 5 y 12 años caminan durante el sueño al menos una vez. Caminar dormido repetidas veces es más común en hombres que en mujeres y está frecuentemente asociado con mojar la cama durante la noche.

Los expertos creen que caminar dormido probablemente ocurre porque la capacidad del cerebro para regular los ciclos del sueño/vigilia está aún inmaduros. La mayoría de los niños superan los síntomas a medida que sus sistemas nerviosos se desarrollan. Cuando una persona comienza a caminar dormida más tarde o sigue haciéndolo de adulto, podría tener causas sicológicas, como estrés severo o, en raros casos, una causa médica como epilepsia.

El terror durante el sueño (también llamado terror nocturno o pavor nocturnus) es un trastorno relacionado que generalmente ocurre en niños jóvenes. Tanto caminar dormido como el terror durante el sueño son trastornos hereditarios.

Síntomas

El síntoma clave de caminar dormido son los movimientos intencionados mientras la persona está parcialmente despierta del sueño profundo. Algunas personas que caminan dormidas se sientan en la cama y mueven sus piernas. Otras realizan tareas más complejas como vestirse o desvestirse, comer u orinar.

Estos episodios usualmente ocurren 1 a 2 horas después de estar dormido y duran de 1 a 30 minutos. La persona que camina dormida tiene los ojos abiertos y una expresión perdida, y es generalmente difícil, sino imposible, despertarla. A la mañana siguiente, la persona no recuerda el episodio.

En los terrores durante el sueño, un niño generalmente se sienta en la cama 1 o 2 horas después de dormirse, muestra miedo o agitación intensos y podría dar alaridos o gritar que hay otras personas en la habitación; además es imposible consolarlos o despertarlos. Una vez que la perturbación desaparece, el niño regresa al sueño profundo. Cuando el niño despierta a la mañana siguiente, este no recuerda el episodio de terror durante el sueño.

El terror durante el sueño es diferente en las pesadillas, que son sueños atemorizantes que a menudo vuelven a la memoria con detalles vívidos a la mañana siguiente.

Diagnóstico

Los antecedentes de una persona generalmente brindan suficiente información al médico para diagnosticar que una persona camina dormida, especialmente un niño. Los casos más difíciles podrían requerir una consulta con un especialista del sueño, además de un estudio de sueño nocturno llamado polisomnografía. Durante este examen, se graban las diversas funciones del cuerpo mientras la persona duerme. En casos raros, podría solicitarse la grabación de las ondas cerebrales (electroencefalograma o EEG) para descartar convulsiones.

Duración

Los niños generalmente dejan de caminar dormidos en la adolescencia. No obstante, del 1 al 6 por ciento de la población sigue teniendo estos episodios pasada la pubertad.

Los terrores durante el sueño son más comunes entre los 1 y 8 años, pero podrían comenzar tan pronto como a los 6 meses, y a veces se manifiestan aún en la edad adulta.

Prevención

Los niños son más propensos a caminar dormidos o experimentar terrores durante el sueño cuando están excesivamente cansados o ansiosos. Ir a la cama temprano y realizar actividades relajantes antes de acostarse podría ayudar a prevenir perturbaciones del sueño.

Evite las lesiones por caminar dormido convirtiendo su habitación y casa en un lugar lo más seguro posible. Tenga en cuenta las siguientes precauciones:

-no permita que el niño duerma en una litera
-asegúrese de que no haya objetos afilados o frágiles cerca de la cama
-coloque portones o escaleras
-cierre con llave puertas y ventanas

Tratamiento

Por lo general, no se necesita tratamiento. La mayoría de los episodios donde la persona camina dormida o tiene terror durante el sueño desaparecen por sí solos. Un padre o cuidador debería enfocarse en mantener a salvo al niño que camina dormido.

Para ayudar al niño que camina dormido a tener un sueño normal, conduzca delicadamente al niño a su cama. Durante un episodio de terror durante el sueño, asegúrele, repitiéndole frases tranquilizadoras como “Todo está bien, estás en casa y en tu cama”. Usted no necesita despertar al niño y quizá hasta resulte mejor no hacerlo.

En niños que frecuentemente caminan dormidos o tienen terror durante el sueño, una técnica llamada “despertar estimulado” podría ayudar a prevenir futuros episodios. Durante varias noches, grabe el lapso entre el momento que el niño se duerme y el momento cuando comienza a caminar dormido o tiene terror durante el sueño. Luego, durante siete noches seguidas, despierte al niño 15 minutos antes del tiempo sospechado del comienzo del episodio. A la hora de acostarse, dígale al niño que usted tratará de despertarlo rápidamente y que lo mantendrá despierto durante 5 minutos.

Si el estrés sicológico contribuye al trastorno del sueño, recibir asesoramiento podría ser beneficioso. Tanto a los niños como a los adultos podrían serles útiles la hipnosis o la bioretroalimentación (biofeedback).

En algunos casos, el médico podría recetarle medicamentos para dormir o ansiolíticos de corta duración como el diazepam (Valium) o el lorazepam (Ativan) para reducir o eliminar estos episodios.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Una siesta le viene muy bien a tu corazón

Posted by luninis 9:44, under ,,, | No comments

Una siesta le viene muy bien a tu corazón





¿Quién dijo que dormir la siesta es una costumbre anticuada, de pueblo o imposible de practicar en las grandes ciudades, donde el ritmo de vida te obliga a mantenerte despierto/a y activo/a sin interrupciones a lo largo de todo el día? Un estudio reciente encontró que, a pesar del estrés, las personas que duermen un periodo corto durante el día tienen niveles de presión arterial adecuados. Así que para mantener un corazón sano, la siesta puede ser una gran aliada.

Si la gran cantidad de actividades que tienes durante el día y el ritmo de vida tan acelerado que llevas no te dan respiro y la idea de tomarte unos minutos para relajarte y dormir durante la tarde te parece una idea graciosa e imposible de lograr, quizá también pienses que la siesta se duerme en los pueblos pequeños o en las zonas rurales en donde la vida es más tranquila. Posiblemente pienses que no sucede en las grandes ciudades modernas en donde el tiempo es oro y no se puede desaprovechar ni un minuto.

Si esto es lo que crees, este artículo podría interesarte: ¿qué dirías si dormir la siesta se convierte en una inversión para la salud de tu corazón, tanto como hacer ejercicio a diario?, ¿seguirías pensando que es una pérdida de tiempo o, tratarías de buscar un rinconcito en donde puedas cerrar tranquilamente los ojos, luego del almuerzo?

La siesta es la costumbre de dormir algunos minutos (entre 20 y 30 sería lo ideal) después de haber tomado el almuerzo, en busca de reunir energías para el resto de la jornada. La sensación de cansancio o la necesidad de reponer energías luego del almuerzo tiene una explicación física: tu cuerpo está utilizando su fuerza para hacer la digestión, lo que causa que te de un poquitín de sueño, sobre todo si el almuerzo ha sido abundante.

Es cierto que muchas veces resulta difícil poder dormir la siesta, especialmente si estás en el trabajo o en la oficina, pero cada vez más estudios demuestran los beneficios que unos minutos de recuperación pueden darle a tu cuerpo. De ser así, ¿no crees que valdría la pena que buscaras la forma de cerrar los ojos aunque sea unos minutos?

Al respecto, un estudio desarrollado por investigadores del Allegheny College en Meadville, Pensilvania, en los Estados Unidos, sugiere que una siesta durante el día de mínimo 45 minutos puede ayudar a la gente estresada a reducir su presión arterial y a proteger la salud de su corazón.

Esto no quiere decir que te acuestes a dormir toda la tarde. Por el contario, el tomar siestas largas puede modificar tu ritmo de sueño y generarte problemas para dormir durante la noche.

De hecho, algunos estudios sugieren que cuando las personas mayores toman siestas prolongadas pueden ser un indicador de algún problema del corazón, por lo cual deberían hacerse chequeos y consultarlo con su médico que descarte esta situación o pueda indicar como controlarla.

Otras cosas que puedes hacer para proteger la salud de tu corazón son:

-Conocer tu presión arterial y mantenerla controlada.
-Hacer ejercicio de manera regular.
-Conocer tus niveles de colesterol y triglicéridos y mantenerlos controlados.
-Hacerte exámenes para detectar si tienes diabetes, y si es así mantenerla bajo control.
-Comer muchas frutas y verduras.
-Mantener un peso saludable.
-No fumar.

A estas recomendaciones, por qué no, también puedes añadirle una agradable siesta después del almuerzo, que no dure mucho más de media hora, para reponer energías, mantener la presión arterial a raya y cuidar la salud de tu corazón.

Dormir bien protege al corazón

Posted by luninis 9:37, under ,,, | No comments

Dormir bien protege al corazón





Además de mantener una dieta saludable y una rutina moderada de ejercicios, dormir bien también puede ayudarte a mantener un corazón sano. Unos descubrimientos recientes hablan de que los problemas comunes del sueño podrían relacionarse con el riesgo de sufrir problemas cardíacos. Aquí te contamos más sobre este hallazgo.

Si te encanta dormir y quedarte un buen rato en la cama, he aquí un descubrimiento que te da una buena excusa para deleitarte entre las sábanas, pues los problemas comunes del sueño podrían relacionarse con factores peligrosos para el corazón.

Esto no quiere decir que dormir más le hace bien al corazón. Al contario, dormir mucho no es lo mismo que dormir bien. Por ejemplo, las personas que roncan fuerte no descansan correctamente.

Otras veces parece no haber nada extraño en el transcurso de la noche mientras dormimos, pero cuando nos levantamos nos sentimos cansados, como si no hubiéramos dormido. ¿Te ha pasado alguna vez? Si esto te sucede con frecuencia, es posible que tengas un problema del sueño.

Por supuesto, quienes no pueden dormir o les cuesta mucho conciliar el sueño porque sufren de insomnio, es evidente que tienen problemas para descansar.

Considerando estas características, un grupo de investigadores coordinado por Wendy M. Troxel, profesora asistente de psiquiatría y psicología de la Universidad de Pittsburgh, en Estados Unidos, analizó a casi mil adultos de 45 a 74 años de edad, durante tres años. Así, detectó que quienes tenían alguno o varios de estos problemas para dormir tenían más riesgo de desarrollar lo que se denomina síndrome metabólico.

El síndrome metabólico, también conocido como síndrome X, es un grupo de factores que hacen que aumente nuestro riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca o diabetes.

Si bien no todos los médicos están de acuerdo con la definición o la causa de este síndrome, se considera que una persona tiene síndrome metabólico cuando presenta al menos tres de estos cinco factores (relacionados con la obesidad):

-Hipertensión arterial o presión alta
-Aumento de los niveles del azúcar o glucosa en la sangre
-Elevación de los triglicéridos (un tipo de grasas) en la sangre
-Niveles bajos del colesterol “bueno” en la sangre conocido como HDL por sus iniciales en inglés (HDL significa High Density Lipoprotein).
-Exceso de grasa en el área de la cintura (lo que se denomina “obesidad central”). También se dice que la persona tiene el cuerpo en “forma de manzana”.

Entre más de estos factores de riesgo tengas, mayor será tu riesgo de tener una enfermedad cardíaca, aunque tu nivel de colesterol total esté normal. Desde luego, otros factores de riesgo para tu corazón pueden ser:

-Edad o el envejecimiento.
-Predisposición genética o herencia (es decir, tener genes que hacen que tengamos más probabilidad de sufrir esta condición).
-Cambios hormonales.
-Falta de ejercicio.

Afortunadamente, para prevenir y controlar la mayoría de estos factores, podemos hacer varias cosas. Con sólo modificar ciertos hábitos y costumbres puede ayudarte a estar mejor y a tener un corazón más fuerte. Por ejemplo, es una buena idea:

-Llevar una dieta baja en grasa, con una variedad de frutas, verduras y productos integrales, y que en lo posible incluya pescados grasos por lo menos dos veces por semana.
-Hacer, por lo menos, 30 minutos de ejercicio moderado casi todos los días (caminar, por ejemplo, ya es suficiente).
-Bajar de peso.
-Controlar la presión arterial y el nivel de azúcar en sangre.
-No fumar.

Ahora también sabemos que a estas actividades podemos sumarle el descansar correctamente o dormir bien.

De todos modos, si sabes que perteneces al grupo de riesgo, el dormir mejor puede no ser suficiente. Es importante que visites a tu médico para que despejes todas tus dudas y que recibas el tratamiento adecuado para ti y para tu corazón. Entonces sí, a dormir con tranquilidad.

¿Lo sabías? Dormir bien mejora el rendimiento deportivo

Posted by luninis 9:31, under ,, | No comments

¿Lo sabías? Dormir bien mejora el rendimiento deportivo





Aunque parezcan dos actividades opuestas y contradictorias, hacer ejercicios y dormir son dos tareas que van de la mano. En otros artículos de Vida y Salud ya hemos analizado cómo la actividad física puede ayudarte a descansar mejor. Ahora, la relación es a la inversa: dormir bien de forma habitual puede mejorar tu rendimiento deportivo.

Mantener una rutina de ejercicios no sólo te ayuda a mantenerte más saludable sino también a descansar mejor. ¿Ocurre lo mismo cuando la situación es al revés? Un estudio reciente realizado entre jóvenes jugadores a nivel universitario ha demostrado que sí, el dormir bien permite mejorar el rendimiento físico.

Para evaluarlo, varios especialistas del Laboratorio Clínico y de Investigaciones de Desórdenes del Sueño de la Universidad de Stanford, Estados Unidos, analizaron el desempeño de un grupo de 111 jugadores de basquetbol. Durante las primeras dos a cuatro semanas del estudio, durmieron la cantidad de horas que acostumbraban (de 6 a 9 horas cada noche). Luego se les pidió que durmieran 10 horas por noche durante las cinco a siete semanas siguientes.

Los especialistas encontraron que al dormir una hora más los jugadores mostraron un mejor rendimiento físico: corrían más rápido en la cancha, sus intentos por encestar la pelota durante los partidos aumentaron, así como el porcentaje de aciertos en los tiros a canasta desde la distancia de 3 puntos. También disminuyó el nivel de fatiga de los jugadores quienes mostraron una mejoría significativa tanto en las prácticas como en los enfrentamientos con otros equipos.

Ten presente estos resultados si tus hijos o un miembro de tu familia practica un deporte aunque sea a nivel amateur en el colegio, por ejemplo, como parte de una liga infantil o juvenil, de béisbol, karate, gimnasia, natación o atletismo… Antes de los entrenamientos o los partidos deben alimentarse adecuadamente y dormir lo suficiente.

Las ventajas de un buen descanso diario – no nos cansamos de repetirlo- no se limitan a los jugadores profesionales, sino a todos en general, y se extienden más allá del desempeño deportivo. Como ya te hemos contado en otras columnas en Vida y salud, dormir lo suficiente también te permite mantener tu peso y evitar trastornos como la diabetes, el envejecimiento prematuro, algunos desórdenes psicológicos y hasta la depresión.

Aunque no seas un deportista profesional y ni siquiera practiques un deporte, realizar ejercicios físicos es importante, no sólo para dormir mejor sino, sobre todo, para mantener tu cuerpo en forma y llevar una vida más saludable.

En este sentido, cualquier tipo de actividad regular que sea mantengas a largo plazo puede ayudar: practicar yoga, hacer aeróbicos en el gimnasio, realizar entrenamientos por intervalos, salir a caminar o correr con tu mascota, andar en bicicleta por el barrio y hasta dedicarte a los quehaceres domésticos o la jardinería.

Todas estas tareas te mantienen en movimiento y cuanto más de ellas realices, mejor será para tu salud, siempre y cuando no te excedas o quieras hacer todo de golpe, por supuesto. Recuerda que la idea es ir incorporando actividades a medida que vas aumentando tu resistencia.

El mantener una rutina de actividades físicas te permite, por ejemplo, prevenir problemas cardíacos y otras enfermedades crónicas como la diabetes y el colesterol alto, bajar de peso y evitar la obesidad, mantener la fortaleza de tus huesos y músculos y también, aunque parezca curioso, dormir mejor.

En este caso, hacer ejercicios físicos durante el día acondiciona tu cuerpo para el descanso. Evita realizarlos de noche, cerca de la hora en que te vas a dormir, porque el ejercicio estimula y puede hacer que retrase tu sueño. Tú mismo(a) tendrás que encontrar cuál es el momento más apropiado para poner en práctica tu rutina, de acuerdo a tus preferencias y a tu horario.

Y si se te hace difícil mantener una rutina de ejercicios (así como conciliar el sueño todas las noches y dormir plácidamente las 7 a 9 horas diarias recomendadas), Si no logras descansar bien y la gimnasia no te ayuda a dormir mejor, consulta a un especialista. Actualmente contamos con varios tratamientos para resolver los problemas del sueño, siempre que busques la ayuda adecuada.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Cómo escoger la almohada de tus sueños

Posted by luninis 10:51, under ,, | No comments

Cómo escoger la almohada de tus sueños



Las hay de diferentes tamaños y formas, rellenas con materiales de origen natural o sintético, más blandas o más firmes. Ellas, las almohadas, son una compañera que no puede faltar a la hora de acostarse ya que no sólo brindan comodidad sino que también pueden ayudarte a evitar dolores y tensiones. Y como dormimos un tercio de nuestra vida, bien vale la pena que escojas la que más te conviene para asegurarte un sueño reparador, uno de los factores más importantes de la calidad de tu vida y de tu salud.

Algunas personas las prefieren firmes y delgadas, otras las quieren gorditas y blanditas… Hay quienes adoran las plumas y plumones para su relleno y también aquéllos que por ser alérgicos, eligen los productos sintéticos. En algunos lugares como en China las hacían tradicionalmente con materiales duros. Incluso, se dice que las almohadas tradicionales de ese país se hacían con cajas rellenas de piedra, madera, metal o porcelana.

Actualmente existen distintos rellenos para estas compañeras que no pueden faltar a la hora del descanso, desde los tradicionales plumones de ganso (oca) hasta materiales de última tecnología como la denominada espuma viscoelástica (también conocida como memory foam), que se caracteriza porque se adapta a la forma del cuerpo, disipando la presión, lo que la hace útil para distintas aplicaciones médicas y de descanso.

Y como en la variedad está el gusto, los diseños cambian continuamente. Hace unos años, una empresa española lanzó al mercado almohadas rellenas con huesos (carozos) de aceituna carbonizados, cubiertas con dos capas de borrego y realizadas de una manera natural, que supuestamente evitaba alergias y dolores de las vértebras del cuello (las cervicales). Se dice que esta idea proviene de Japón y que varios hoteles de lujo en ese país las ofrecen para darles más comodidad a sus huéspedes.

Junto a esta idea ecológica, no faltan las opciones de almohadas de cuerpo entero, especialmente fabricadas para dormir abrazados a ella. Basta con hacer una sencilla búsqueda en el Internet para descubrir la gran variedad existente en el mercado.

¿Por qué se le da tanta importancia a las almohadas? Estos artículos, que ya eran utilizados por los habitantes de clase alta del Egipto Antiguo, tienen el propósito de ayudar al cuerpo a descansar en una posición más cómoda, que permita que la nuca y las cervicales (el cuello) se relajen y no se tensionen, provocando los molestos dolores del cuello y de la cabeza al día siguiente. La función principal de la almohada es lograr una alineación neutral de la cabeza en relación al cuerpo, es decir, que aquélla no quede ni muy inclinada hacia delante o hacia atrás, exactamente igual que cuando estás de pie con la cabeza firme y recta. Si duermes con la almohada incorrecta y la cabeza desalineada, amanecerás con el cuello adolorido y los hombros tensos.

A la hora de elegir tu almohada debes tener en cuenta varios factores, no sólo el material con el cual estén rellenas sino también la forma en la que duermes. Recuerda que la idea es mantener la cabeza de la misma manera que cuando el cuerpo está en posición vertical, para asegurar que las vértebras cervicales y las dorsales (las que están inmediatamente debajo de las del cuello) formen el mismo ángulo que cuando estamos de pie.

Si duermes boca arriba, la recomendación es utilizar almohadas delgadas.
Si duermes de costado (de lado), necesitas una almohada más alta.
No se recomienda dormir boca abajo porque esta posición ejerce mucha presión sobre el cuello y las vértebras cervicales, pero si ésa es la posición que te gusta, entonces la almohada también debería ser más bien delgada.
Si te das vuelta muchas veces mientras duermes, la opción más acertada puede ser una almohada de pluma o plumón, o aquéllas que se adaptan a tus movimientos.
Tú mismo(a) deberás encontrar cuál es la mejor alternativa para ti, la que te resulta más cómoda o la que te ayuda a descansar mejor. Ten presente que el relleno determina la suavidad o la firmeza de la almohada y hasta el potencial de provocar alergias. Tenlo en cuenta. Tus opciones son:

Espuma de goma: juzga la almohada de este material por su densidad. A mayor densidad, mayor durabilidad, estabilidad del relleno y mejor soporte a tu cabeza.

Poliéster: son económicas y cómodas pero si las lavas, tiende a estropearse el relleno. Elígelas de la mejor calidad que puedas para que duren más.

Espuma “con memoria”: las almohadas de este material son muy populares ya que reducen los puntos de presión al amoldarse y ajustarse a la forma de tu cuerpo cuando te mueves durante la noche. Vienen en varias formas, incluyendo una en forma de S, ideal para dar apoyo al cuello. Ten en cuenta que pueden hacerte sentir más calor y a veces pueden emitir un olor a químico desagradable.

Látex: es el tipo de relleno más firme, y es resistente al moho y a los ácaros. Como se adapta bien al contorno del cuerpo, brinda un buen soporte al cuello y a la espalda.

Lana/algodón: este tipo de relleno produce muy pocas alergias y, al igual que el látex, es resistente al moho y los ácaros. Tiende a ser bastante más duro que los demás. Si prefieres las almohadas suavecitas, este relleno no es para ti.

Plumas/Plumón de Ganso: este tipo es uno de los rellenos más cómodos ya que proporciona un buen equilibrio entre la firmeza y la suavidad y se adapta bien al contorno del cuerpo. Pueden causar alergias en algunas personas por lo que ya hay opciones en el mercado de plumón sintético. Suelen ser las almohadas más caras, pero hay opciones que las imitan como las de fibra de poliéster. Son más económicas, pero duran menos.

Por último, considera comprar un forro antialérgico para la almohada para reducir la posibilidad de alergias. Renuévala si empieza a perder la forma o la firmeza porque no podrá brindarle el apoyo necesario a tu cabeza y tu cuello. Cámbialas cada año o año medio para garantizarte un máximo de comodidad.

Una vez que hayas elegido la almohada de tus sueños, sólo debes relajarte y… ¡a descansar!

Me Gusta!

Chat

Tags

Blog Archive

Categories

Blog Archive