Si no quieres perder la memoria, ¡cuida tus dientes!
Un estudio reciente asoció la pérdida de los dientes y las infecciones de las encías con un aumento en la probabilidad de perder la memoria y de desarrollar demencia. En este artículo te contamos más detalles sobre este hallazgo y cómo puedes cuidarte para evitar que se te caigan tus dientes y de paso, de que pierdas la memoria.
Con el paso del tiempo el cuerpo va cambiando y es natural que se su funcionamiento vaya disminuyendo. Por ejemplo, algunos pierden la vista, otros la audición, los dientes o la memoria. Lo que todos estos trastornos comparten es que aparecen con la edad.
Sin embargo, un grupo de investigadores del Japón trató de unir dos de estos padecimientos y buscar una relación entre ellos. De esta forma encontró que las personas mayores de 65 años que tenían o no tenían dientes o tenían sólo algunos (pocos) dientes propios, eran más propensas a sufrir pérdida de la memoria o Alzheimer, mientras que aquellas personas que mantenían su dentadura en mejor estado no tenían trastornos cerebrales.
Los investigadores consideran que una de las posibles causas de esta relación podría ser que las infecciones de las encías que pueden llevar a la pérdida dental podrían liberar sustancias inflamatorias, que a su vez aumentan la inflamación cerebral que causa muerte de las neuronas (las células del cerebro) y acelera la pérdida de la memoria. Además, esto podría provocar un círculo vicioso ya que la pérdida de esas conexiones cerebrales también podría causar la pérdida de más dientes, lo que contribuiría al deterioro cognitivo (del pensamiento).
Con el paso del tiempo las infecciones en las encías son muy frecuentes y muchas veces no dan síntomas, es decir que se presentan sin dolor y van empeorando poco a poco. De forma que, cuando finalmente aparecen los síntomas, ya es tarde para solucionarlo. Por ejemplo, podrías notar enrojecimiento y olor intenso en la boca y sentir dolor en las encías.
De todos modos, lo ideal es detectar cualquier enfermedad potencial de las encías lo antes posible para poder tratarla y evitar que siga avanzando, ya que a largo plazo debilita la estructura de los huesos en los que se apoyan los dientes y esto causa que se caigan. Este es uno de los motivos por los cuales la visita anual al dentista es esencial cuando piensas en los cuidados de tu boca.
Además, para mantener una buena salud oral (y cerebral, según estos hallazgos) es muy importante la higiene y los cuidados cotidianos que tengas con tu boca. Algunas medidas sencillas y fáciles de recordar que puedes adoptar para cuidar tus dientes y tus encías son:
Cepillarte los dientes al menos dos veces por día, con una pasta dental con fluoruro.
Utilizar hilo o seda dental al menos una vez por día (si has tenido tratamientos dentales especiales, ten cuidado al pasar la seda dental, consulta con tu dentista (odontólogo) con respecto a la forma apropiada de hacerlo).
Comer saludablemente: limita los alimentos azucarados entre comidas así como las bebidas con cafeína y alcohol.
Evitar fumar o masticar tabaco.
Visitar regularmente al dentista (al menos una o dos veces por año).
No esperes a que pase más tiempo. Puedes comenzar hoy mismo a mejorar tu higiene bucal y a mantener tus dientes y tu memoria en buenas condiciones.
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