Ser bajita tiene sus ventajas: en concreto, menor riesgo de desarrollar cáncer
¿Alguna vez has pensado que tus posibilidades de tener cáncer se relacionan, entre otras cosa, con tu estatura? Un nuevo hallazgo parece demostrar que esto es así y que, en particular, cuánto más altas son las mujeres más posibilidades tienen de desarrollar cáncer en el futuro. Sin importar cuánto midas, siempre es importante adoptar hábitos saludables para prevenir esta enfermedad. Descubre cómo en este artículo.
En mayor o menor medida, todos tenemos posibilidades de desarrollar cáncer en algún momento de la vida. De todas las enfermedades que existen, ésta es quizás la más temida, y no es para menos: a nivel mundial, es una de las principales causas de muerte. La Organización Mundial para la Salud estima que entre el 2005 y el 2015 morirán alrededor de 84 millones de personas debido al cáncer.
Las causas que provocan el cáncer pueden ser muchas y varían de una persona a otra. Y si bien entre los principales factores que provocan esta enfermedad se encuentran el tabaquismo, la obesidad y el alcoholismo, ahora los investigadores de la Universidad de Oxford, Inglaterra, han agregado una más: la estatura de las mujeres también podría influir en su aparición y desarrollo.
En particular, este estudio publicado en el revista Lancet Oncology encontró que cuánto más altura tienen las mujeres, más posibilidades tienen de desarrollar distintos tipos de cáncer (como los de colon, piel, mama, útero, ovario, riñón y la leucemia). Lo que todavía sigue siendo un misterio es a qué se debe esta relación.
Para llegar a estos resultados, los investigadores tomaron en cuenta los datos de 1,3 millones de mujeres, recopilados entre 1996 y 2001. En detalle, las cifras indicaron que tener 10 centímetros (4 pulgadas) por arriba de la altura promedio, aumenta alrededor de un 16% más las posibilidades de desarrollar cáncer. Y cuánto más alta sea la mujer, más posibilidades hay (por eso se cree que puede estar vinculado con las hormonas del crecimiento).
Además, los investigadores relacionaron los resultados obtenidos con otros estudios realizados previamente, para demostrar que estos se repetían en distintas regiones del mundo, como Australia, Asia, Europa y Norteamérica.
A pesar de estos resultados, lo cierto es que nadie está exento, no importa la estatura ni tampoco el sexo. Todos podemos ser víctimas del cáncer, por eso lo mejor es adoptar hábitos de vida saludables que, como te contamos en otro artículo de VidaySalud.com, pueden ayudarte a reducir las posibilidades de desarrollar cáncer en algún momento de tu vida. Entre ellos:
Evita el tabaquismo y el sobrepeso, lleva una dieta saludable y haz ejercicios de manera regular.
Limita el consumo del alcohol a no más de una copa (si eres mujer) o dos copas (si eres hombres) por día.
Protege tu piel de los rayos del sol y de otras radiaciones, y limita los rayos-X (las radiografías) a los que necesites exclusivamente.
Trata de no exponerte a sustancias cancerígenas, como algunos polvos, vapores, el humo del cigarrillo y ciertas sustancias químicas.
Evita la terapia de reemplazo hormonal (las hormonas femeninas) a menos que tengas síntomas importantes debidos a la menopausia y hazlo bajo supervisión médica.
Consulta con tu médico para ver si es necesario que te hagas exámenes de detección temprana, aún cuando te sientas bien.
Ahora que conoces todos estos datos, es el momento de poner manos a la obra. ¿Cuáles son los hábitos que deberías modificar y por cuál comenzarás? Recuerda que es difícil cambiar todo de golpe pero si lo haces con convicción y poco a poco, veras cómo, sin darte cuenta, pronto empezarás a notar tus logros y a disfrutar los resultados.
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