La importancia de un buen calzado deportivo: cómo encontrar la horma de tu zapato
No creas que es tan fácil elegir el zapato deportivo más adecuado, aunque existan cientos de opciones en el mercado. A la hora de ejercitarte, contar con un zapato cómodo, que te brinde flexibilidad de movimientos, y seguridad para tus músculos y tus huesos puede marcar la diferencia de tu rendimiento. Aquí te ofrecemos algunas sugerencias útiles para encontrar el que más te conviene.
Elegir zapatillas deportivas o un calzado apropiado para hacer ejercicios puede ser frustrante y complejo. Basta con entrar a un comercio especializado para descubrir que existen tantos modelos tan diferentes, es como para desmotivar hasta al más entusiasta. Y eso, sin pasar por alto el precio de algunos productos que, si bien se ajustan al pie, no le van bien al bolsillo.
Cuando vayas a comprar tus próximas zapatillas deportivas, trata de elegir un día en el que estés tranquilo y tengas tiempo para mirar y comparar opciones. Decide con calma y sin dejarte presionar o influenciar por los vendedores ya que, en cierta medida, tu próximo desempeño en el deporte que practiques en el futuro dependerá de tu calzado.
Un buen zapato te ayudará a evitar lesiones innecesarias. Por ejemplo, si te presiona en algún lugar en particular y esa presión se produce de manera continua sobre el pie, lo más posible es que provoque endurecimientos, callos o ampollas. Asimismo, las zapatillas que no quedan bien o están mal ajustadas pueden causar alteraciones mecánicas que afectan al equilibrio y la postura y terminan en lesiones en las articulaciones, como los esguinces.
Los esguinces de tobillo, por ejemplo, son lesiones muy comunes entre los jugadores de baloncesto. Se producen por torceduras al caer o tras un salto y una forma de prevenirlos es utilizar un calzado de caña alta o vendajes que sujeten bien el tobillo.
Para correr, en cambio, hay que tener en cuenta el movimiento completo del pie, que tiende a inclinarse un poco hacia los lados. El calzado ideal para correr debe ser estable y absorber bien el impacto, también tiene que tener una horma adecuada que se adapte perfectamente al pie y estar dotado con un buen sostén que envuelva el talón
La recomendación es que las zapatillas de deporte no sean ni muy ajustadas ni muy grandes. Para comprobar si es la talla correcta, debe sobrar alrededor de medio centímetro entre el dedo más largo y la punta del calzado, porque si quedan más grandes se pueden producir desplazamientos que provoquen problemas con las uñas, falta de estabilidad y recalentamiento de la planta del pie, entre otros inconvenientes.
En general, el calzado deportivo debe ser cómodo, flexible y de calidad. Es preferible que tenga una suela adecuada (tanto en altura como en elasticidad), que cuente con refuerzos laterales, que proporcione una buena capacidad de ajustarse al pie y que permita una buena ventilación y disipación del calor.
Consulta con tu entrenador qué otros factores debes tener en cuenta según el deporte particular que practiques y, en caso de tener alguna lesión en los huesos o en las articulaciones, pregúntale a tu médico (al ortopedista) o al podiatra (el especialista en los pies) si necesitas utilizar zapatillas especiales.
Tomando todo esto en cuenta, sólo falta que elijas el día en el que dispongas del tiempo suficiente para elegir tus próximas zapatillas deportivas. ¡Qué las disfrutes!
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