BEIJING.- Un vendedor de harina chino, cansado de su vieja furgoneta, fue hasta una concesionaria de la ciudad de Xianyang para comprar un auto nuevo. Todo bien hasta que el hombre fue a pagar por el vehículo. Según contaron del diario "China Daily", el comerciante, de apellido Wang, abrió la parte trasera de su vehículo y comenzó a sacar sacos llenos de monedas, que en total pesaban cerca de 300 kilos.
El vendedor, que todavía no puede salir de su asombro, llamó a diversos bancos de la ciudad para saber si recibirían el depósito, equivalente a US9412, pero ninguno aceptó por el tiempo que les demandaría contar las monedas.
Solamente una entidad bancaria aceptó una fracción del dinero, por lo que Wang deberá esperar a que el vendedor encuentre destino para la parte restante antes de poder conducir su auto nuevo... se pasó pa' wong...
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