Un anciano de 71 años en la ciudad de Chongqing en China, bebe gasolina y Kerosene desde hace 42 años, ya que según él son buenos para la tos y los dolores de garganta.
El anciano, llamado Chen De y con una apariencia frágil (metro y medio de estatura y muy delgado), dijo que cada mes bebe entre tres y cuatro litros de gasolina.
Recuerda que empezó a consumir kerosene en 1969, cuando una persona se lo recomendó como remedio para tratar una tos muy fuerte que lo aquejaba, y siguió haciéndolo al confirmar que el combustible era efectivo para suavizar la garganta.
La gasolina llegó después, cuando la venta de kerosene se redujo en el país asiático.
Chen, que calcula haber consumido en este tiempo una tonelada y media de estos combustibles, defiende que estas poco habituales bebidas han sido muy beneficiosas para su salud.
Los hijos de Chen trataron de convencer en incontables ocasiones a su padre para que dejase de beber estos productos, pero él siempre se negó y, cansado de esta insistencia, desde hace ocho años vive solo.
Los médicos confirmaron que la salud de Chen es normal, aunque tiene los pulmones un poco inflamados, y dijeron que su cuerpo ya debe haberse acostumbrado al consumo de combustible como una adicción.
La cantidad de combustible que Chen consumió en los últimos 42 años sería suficiente para recorrer 21.600 kilómetros en automóvil.
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